Todo empieza por una venganza... Un nuevo trabajo, una nueva vida cimentada en la noche, un nuevo objetivo, la otra cara de su persona... Dinero, alcohol, drogas, sexo, hombres, stripper. Un mundo en el que nuestra protagonista estará metida solo y únicamente por una razón: Vengarse y encontrar la felicidad.















Muy Recomendada

sábado, 28 de mayo de 2011

"Vida sin luz" Capitulo 23: Primera parte

**Marcos**
Estaba cogiendo algo de leña que había detrás de la casa ya preparada, pues aunque estábamos en Marzo, esa semana no es que hiciera mucho calor que digamos.
De repente oí unos ruidos en el otro lado de la casa. Parecía como si un cristal se hubiera roto, entonces pensé que quizás a Michelle se le habría caído algo. Me apresure para entrar dentro de la casa y me dirigí a la cocina, pues se podía apreciar como salía algo de humo por la puerta.
Cuando me acerqué un  poco más me alarmé muchísimo al ver a Michelle tirada en el suelo y en ese mismo instante pude apreciar que aquel humo espeso que salía de la cocina no era normal. ¡Era una bomba de gas! Me tape como pude la nariz para no respirar nada mientras corría a toda velocidad a buscar el extintor de emergencia situado en la entrada del salón.
Intenté hacer desaparecer todo ese humo pero por más que intentaba no respirar, al final fue imposible. Antes de cerrar los ojos pude apreciar como la sombra de una persona se acercaba a Michelle. Notaba como mi cuerpo perdía las fuerzas por momentos, el extintor se me cayó al suelo. Y poco después mi cuerpo desplomado yacía junto al de mi querida Michelle. Pero antes de cerrar los ojos por completo quise saber quién era aquel hombre que estaba en nuestra casa. Con mucho esfuerzo abrí los ojos y allí le vi.  Era el hombre enmascarado que se dirigía hacia Michelle.
-          NOOO- grité en mi interior, pues mis ojos ya estaban cerrados. Y la imposibilidad de no poder salvar a mi chica me producía una gran impotencia.
**
Estaba seguro al cien por cien que mi plan saldría perfectamente. Cuando llegué a aquella casa a orillas de la playa donde se alojaban los dos tortolitos, no pude evitar sonreír. Iba conseguir mi cometido y ya faltaba menos. Me iba a librar de Michelle de una vez por todas, al fin sería mía. Ahora pagará por todo y aprenderá que no se puede ser tan zorra.
Decidido aproveché el momento en que aquel tal Marcos salió de la casa en busca de leña para; por el otro lado de la casa, lanzar la bomba de gas por la ventana de la cocina. Mientras esperaba su efecto con la mascarilla puesta, pude observar por la ventana como Michelle se acercaba lentamente.
-          Así me gusta zorrita, acércate más y respira  hondo- pensé para mis adentros sin poder evitar reírme.
No tardó mucho en caer desplomada al suelo. Fue entonces cuando entré por la ventana. Pero aún quedaba otro pájaro que caer. Esperé a que Marcos fuera en busca de su queridísima novia.
Dicho y hecho. Pero que tonto es. En cuanto llegó se alarmó muchísimo e intento taparse la nariz, lo que no sabía es que eso no le iba a servir de nada. Intentó desvanecer el humo con el extintor, pero el gas se apoderaba poco a poco de él y no tardó en caer al suelo junto a su zorrita.
-          Perfecto, ahora ya os tengo a los dos. Esto ha sido pan comido- dije para mí mismo.
Iba encapuchado aun, asique aunque Marcos no había cerrado del todo los ojos y pudo verme, estoy seguro que no sabía todavía quien era. Me acerqué a mi cometido dispuesto a llevarme aquel peso muerto conmigo, pero entonces se me ocurrió algo mejor.
Sonreí por dentro por la gran idea que se me había ocurrido.
Cogí a mi víctima y me largué de allí sigilosamente.
-          Seguro que este nuevo plan le encantará a mi chica- reí por dentro.
Me apresuré a meter el cuerpo en el coche con cuidado de no levantar sospechas ni hacer ruido para ser descubierto. Una vez dentro le até las manos y los pies por si acaso despertaba y le puse una mordaza en la boca para que no rechistara. Me monté en el coche y salí deprisa de allí, rumbo hacía el lugar del suceso.
Pocos minutos después llegué al garaje que habíamos alquilado por unos días para llevar a cabo nuestro plan. Metí el coche y cerré la puerta inmediatamente.
Allí estaba mi preciosa chica esperándome. Me bajé del coche y la salude con un fuerte beso.
-          Hola Laura- la saludé con un cariñoso abrazo.
-          Hola cariño. ¿Qué tal ha ido?- me recibió ella con un corto beso.
-          Buah, ha sido pan comido, pero…
-          ¿Pero?
-          He tenido una idea mejor y a última hora he cambiado a mi víctima.
-          ¿A quién traes ahora?
-          Ahora lo veras.
Fui directo al coche a bajar a mi victima aun inconsciente. Senté el cuerpo en el suelo y al verlo Laura sonrió.
-          Vaya, vaya esto no se me habría ocurrido.
-          ¿Te gusta?
-          Me encanta- dijo con una sonrisa malévola- Jamás se me habría ocurrido poner como cebo a mi hermanito Marcos.
-          Creo que es lo mejor, así nos aseguramos que la zorra de Michelle vendrá a por su queridísimo novio y ahí será cuando actuaremos.
-          Sí, es el plan perfecto. De hecho se me ha ocurrido algo más.
-          ¿El que cariño?- le pregunté intrigado.
-          Los dos disfrutaremos viéndoles sufrir- me dijo con la ceja levantada.
En ese momento entendí lo que mi chica quería decirme. Al principio me pareció buena idea pero después me entraron los celos.
-          Pero tú… estás conmigo y yo…- pero no me dejo continuar.
-          Sshhh… Lo sé cariño, yo solo pensaré en ti. Además es mi hermano. No te preocupes que yo te quiero solo a ti- me dijo susurrándome en la oreja y dándome un beso fiero en los labios.
Fue en ese momento cuando confié en ella. La sonreí y continuamos aquellos besos fieros que ella había empezado, allí en la puerta del garaje. Con pasión, salvaje, a nuestra manera. Manera que  hacía sentirme poderoso de tenerla solo para mí.
Estaba claro que nuestro plan al final iba a resultar ser un gran éxito, pero teníamos que esperar un tiempo considerable para contactar con la zorrita.
**
Horas después…
Desperté abriendo lentamente los ojos. No recordaba nada de lo que había pasado. ¿Dónde estaba? ¿Qué hacía en el suelo? ¿Y Marcos?
Entonces, poco a poco, recordé como me había dirigido hacía la cocina al ver tanto humo y después caí al suelo. Pero, ¿qué era ese humo que me hizo caer inconsciente? Me levante del suelo despacio, un poco mareada. Observé como la ventana de la cocina estaba rota y un bote cilíndrico permanecía en el suelo. Fue entonces cuando caí en la cuenta.
-          ¿Una bomba de gas?- me pregunté para mí misma.
Me temí lo peor, así que empecé a buscar a Marcos por toda la casa.
-          ¡Marcos! ¡Marcos! ¿Dónde estás?- grité preocupada dando vueltas por los dos pisos de la casa.
Pero allí no había nadie, solo estaba yo. Salí fuera con la esperanza de encontrarme a mi chico en la playa o a los alrededores de la casa. Pero por muchas vueltas que di, Marcos no estaba por ninguna parte. Intenté llamarle por teléfono sin éxito alguno, pues lo tenía apagado o fuera de cobertura.
Me senté en el sofá, preocupada, nerviosa. ¿Quién podría haber lanzado una bomba de gas?
De repente se me encendió la bombilla. Y solo una idea se me pasó por la mente.
-          ¡Oh no! No puede ser. Otra vez no.
¿Habría sido aquel chico enmascarado que me perseguía por Madrid? ¿Nos habría seguido hasta aquí estropeándonos nuestras vacaciones? Y lo más importante, ¿Dónde estaba Marcos? ¿Se lo habría llevado?
En ese mismo momento, en que mi cabeza no paraba de pensar, sonó mi móvil y no tardé en cogerlo de la mesa. Era un número desconocido, pero no me lo pensé dos veces.
-          ¿Sí?
-          Ni se te ocurra llamar a la policía zorrita, o tu novio sufrirá las consecuencias. No sabes lo que soy capaz de hacer- dijo aquel hombre con la voz un poco distorsionada.

2 comentarios:

  1. wow!! El capitulo está perfecto, espero el siguiente eh!! un besazo!^^

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  2. Ya sabes que me encanta. Sigue asi guapisima!!!! Esperamos el siguiente, k a mi m tienes todo intrigada!!!! Un besito mi niña, te kierooo!!!

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