Todo empieza por una venganza... Un nuevo trabajo, una nueva vida cimentada en la noche, un nuevo objetivo, la otra cara de su persona... Dinero, alcohol, drogas, sexo, hombres, stripper. Un mundo en el que nuestra protagonista estará metida solo y únicamente por una razón: Vengarse y encontrar la felicidad.















Muy Recomendada

miércoles, 4 de mayo de 2011

"Vida Sin Luz" Capítulo 22: Primera Parte

Capítulo 22

Abrí los ojos con pesadez, sintiendo mis párpados pegados por las legañas. Al principio veía solo nubes. Nubes blancas, esponjosas, y un azul tan claro como el mar. Una paz interior me inundó por dentro y sonreí por una vista tan maravillosa.
Giré la cabeza hacia mi izquierda, vislumbrando a un Marcos con semblante tranquilo y feliz. No podía creerme que fuésemos a irnos de vacaciones después de todo lo que ha ocurrido en tan poco tiempo. A Mallorca. Increíble.
Mi sonrisa ensanchada, era incapaz de borrarse y esconderse por mucho tiempo. Estaba contenta, eufórica y terriblemente feliz. Irme a la playa, con Marcos, lejos de todos los problemas, me habían dado la energía que tanto necesitaba; la vitalidad que había perdido en estos días.
Contemplando la cara de mi chico, me rugieron las tripas. Tenía hambre y no recordaba la última vez que comí. Me encontraba desorientada. ¿Qué hora sería? Me revolví en el asiento, intentando hallar la posición correcta y cómoda para durar escasos minutos.
- Como te sigas moviendo tanto, el avión caerá por tu culpa y descuido- soltó Marcos con un tono divertido en la voz.
- Pero qué gracioso eres, ¿no?- intenté sonar graciosa e irónica.
- Se hace lo que se puede- terminó de reírse. Se inclinó, estirándose de la misma postura que tuvo durante al principio del viaje y me besó tiernamente. Me supo delicioso.
Estuvimos acariciándonos tiernamente lo que restaba de viaje sin contar con el rato que nos quedamos dormidos de nuevo. Pero estuvimos muy juntos.
Sentía como si lleváramos días en el avión. Tenía el cuerpo entumecido y necesitaba un baño relajante.El sol desprendía un aire demasiado cálido. No sabía qué hora era, pero parecía que fuese la una de la tarde.
Ambos nos dirigimos a la salida del aeropuerto. Cogimos un taxi y Marcos dio una dirección que no me era para nada conocida. A los diez minutos llegamos a una gran y lujosa cabaña de madera. Me quedé de piedra al ver que estaba en primera línea de playa. La única casita que nada más bajar el escalón, pisas arena en vez de acera. La cabaña me trasmitía ternura, sintiendo el ambiente tan niñez y hogareño en el aire. Me recordaba a la casita de chocolate de Hansel y Gretel, pero echa de madera. En la puerta principal, tenía una maceta colgada por encima del marco. Había dos puertas. Una de madera más clarita, seguida de una puerta mosquitera. A continuación, había un porche. En el lado izquierdo se encontraba un sofá-columpio. A la derecha, pequeñas macetas y enredaderas. A los lados de la puerta se hallaba dos candiles preciosos para iluminarlo por las noches. Era todo tan romántico, todo tan bonito… mis ojos comenzaban a humedecerse.
- Cielo, ¿qué te pasa? ¿otra vez llorando?- preguntó él entre preocupado y dándome por perdida.
- Si, lo siento. Es que es un detalle tan bonito… no me merezco esto, cariño.
- Pues no te vuelvo a regalar nada. Para que me llores…- comentó intentando picar, para ver mi reacción.
- No, no. No te preocupes. Quiero que sepas que me gusta- dije intentado que vea que si me gustaban las cosas. Y para qué negarlo, me encantaba que me regalara cosas. Me comportaba muy modesta con él.
- No, ya no cuela- sonrió- y además, dormirás en ese sofá que se mueve, que se le ve muy cómodo- terminó de carcajearse, pero más fuerte. Yo no daba crédito, ¿me lo decía enserio?
- ¿Y por qué no lo pruebas tu esta noche?- pregunté haciéndome la molesta y picada, pero en el fondo me estaba divirtiendo y ni me acordaba de por qué lloraba.
- Porque no soy yo el que llora- me sacó la lengua mientras sonreía. Me encantaba todo de él.
Su gran humor me contagió y los dos nos echamos a reír.
- Espera aquí- me instó. Yo me quedé extrañada por saber qué tramaba en estos momentos.
Recogió una a una las maletas que traíamos. Las dejó en un lugar apartado de la entrada y volvió hacia mí con una sonrisa impresa en el rostro. Me miró intensamente y provocó que mi alma se derritiera; uniéndose con la fina arena de aquel mar. La casita estaba situada en un paisaje hermoso. Era como si esa playa fuese única. Como si fuese una isla desierta y solo existiéramos él y yo, con la arena blanca ardiendo bajo el sol y el agua tan limpia que parece de cristal.
Una pequeña brisa golpeó fuertemente en mi cara. Una brisa fría y refrescante consiguió sacarme de mi ensimismamiento, que provocó sus ojos con el reflejo de las olas. Me besó y me agarró en volandas. Parecido a los recién casados, pero la diferencia de nosotros, era que nos estábamos riendo por el camino hasta la casita de madera.
Nada más entrar, noté un frescor agradable en mis fosas nasales. Era muy espaciosa. A la derecha había una cocina americana, que daba a un pequeño salón con sillones de color azul marino. Se notaba la comodidad con solo mirarlos y te daban ganas de tirarte encima de ellos como si fueses esa pequeña que va a despertar a sus padres. A la izquierda era una gran sala de estar. Un sillón empotrado y ocupando toda la pared, unido pese a las dos esquinas que había. También de color azul oscuro. Y al fondo de ésta un sofá de tres plazas de un color marrón chocolate. Delante del mueble, una gran chimenea. No tenía paredes. Solo varias columnas de madera y una gran escalera de caracol enfrente, al fondo de la puerta principal.
Me subió las escaleras como podía. Yo le dije que me bajara, que sabía andar; pero con esos ojos me convenció de que le hacía ilusión llevarme como una princesa hasta el dormitorio. En el piso de arriba se ubicaba varias habitaciones y un baño. Dos puertas a la derecha entramos en el dormitorio con cama de matrimonio. Me dejó en la cama, tumbada bocarriba y dándome un dulce y sonoro beso. Se marchó hacia una puerta y divisé que había un baño dentro de la habitación. Salió al poco rato y comenzó a besarme con delicadeza. Yo me dejé hacer.

4 comentarios:

  1. BONITO!!!! MUY BONITO!!!! me ha encantado!!!!!!!!!!!! quiero un poquito mas!!! :-D

    Un beso chicas!!!

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  2. bueno bueno a merecido la pena la espera, pero espero k actualiceis mas seguido k si no se nos olvida el capitulo anterior, k son muxas historias jajajajja pues nada que me a encantado y espero el sigiente preciosas besos os kiero

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  3. increible cariño ya te dije k me encanta xDD esk me reido mucho jajaj espero prontito la segunda parte yo tb k a mi tb me tienes enganchada a sta historia jajaj ye so k la escribo yo tb xD =) bss tq

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  4. POR FIN!! La espera ha valido la pena eh, yo solo digo que no tardeis tanto en subir por dios. El capi perfecto. Un besazo!^^

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