Todo empieza por una venganza... Un nuevo trabajo, una nueva vida cimentada en la noche, un nuevo objetivo, la otra cara de su persona... Dinero, alcohol, drogas, sexo, hombres, stripper. Un mundo en el que nuestra protagonista estará metida solo y únicamente por una razón: Vengarse y encontrar la felicidad.















Muy Recomendada

domingo, 7 de noviembre de 2010

"Vida Sin Luz" Capítulo 12 : Segunda Parte

Me dejaba hacer. Necesitaba desconectar del maldito mensaje y tener a Marcos conmigo, estar en sus brazos. Sentía sus caricias como grandes descargas por todo mi cuerpo. Vibraba con solo el roce de su mano en mi espalda. Una caricia bien dada me hacía ver el paraíso. Sé que no es el momento de preguntarle qué somos, pero me muero de ganas por hacerlo oficial. Estoy segura de que con él estaré protegida. Que no me pasará nada. Sería capaz de arriesgar su vida por la mía, lo sé; y eso, egoístamente, me encanta.
Marcos recorría mi cuerpo con gran urgencia, mientras que yo le miraba deseosa y le dejaba paso a sus manos tocando mis brazos; acariciando suavemente mi tripa, consiguiendo un pequeño cosquilleo dentro y fuera de mi ser.
Sé que enamorada no estoy, pero siento algo bastante fuerte y que consigue que esté a gusto a su lado y junto a él.
Me quedé un poco pensativa, pero no se dio cuenta; pues con sus caricias recorriendo mis muslos no dejaba de suspirar. Durante el tiempo que nos miramos a los ojos, supe que él si estaba enamorado. Ese brillo en sus pupilas me sumergió en un abismo tranquilizador. Me sentí culpable en ese momento por no corresponderle de la misma forma. Lo peor, es que ya lo sabe pero hace todo lo posible por que lo sienta, y eso hace que lo quiera y lo admire.
Noté una extrañeza en su actuar, antes de estar tan unidos como nunca. Esto de disfrutar mientras pienso… es alentador a ponerlo en práctica más veces.
Seguía pensando que algo me ocultaba. Sabía que había pensado más soluciones respecto al mensaje, pero quise no seguir con el tema; no solo por lo que nos traíamos entre manos, sino porque quería que me lo contara de su propia boca. La misma que ahora se posa en mi pelvis. Dejé de pensar y solo disfruté. Bajó más hasta el punto de llegar a mi intimidad, que estaba caliente y palpitante. Marcos saboreó como si fuese el mejor manjar y yo disfrute como un gran placer exquisito. Sin importarnos que fuese en el sofá, y que fuese incómodo, él se introdujo en mí, haciendo que sintiera mariposas en todo mi cuerpo. Consiguiendo que notara el inmenso amor que él me procesaba. Compartimos miradas, jadeos, suspiros y sudores.
Terminamos, compartiendo el éxtasis. Me besó tiernamente y cambió de posición en el sofá. Ahora estaba mi cabeza apoyada en su hombro y escuchaba el ritmo acelerado de su corazón. Aún intentábamos acompasar nuestras respiraciones y aclarar nuestros sentidos. Me acariciaba suavemente el pelo, con cariño.
- Te quiero, Michelle. Nunca lo olvides, por favor- me susurró.
- ¿A qué viene eso?- pregunté preocupada por la forma en que lo dijo. Como si se fuese a marchar. Yo me aterré y le abracé muy fuerte mientras cerraba los ojos con gran fuerza, como si así espantase mis miedos y lo que pudiese ocurrir.
- No, por nada.
Hice una pausa.
- Yo también te quiero. Nunca me dejes.
- Eh, Nunca te dejaré, ¿por qué dices eso?
- Por la forma en que me lo has dicho. Parecía… una despedida- dije tristemente.
- Nunca te dejaré, y ahora menos que nunca.
- ¿De veras?- pregunté ilusionada, sin darme cuenta. Me sentía como una cría que tenía pesadillas por la noche.
- Ni lo dudes- contestó serio, mientras me daba pequeños besos en la cabeza- . Solo te lo decía para que no te olvidaras de lo que siento por ti. Quería decírtelo, no hay nada con segundas intenciones.
- Vale. No se me olvida.
- Me parece perfecto- me sonrió.
Quise preguntarle esta vez, si dábamos un paso más. No sabía cómo proponérselo, o como decírselo. Solté el aire excesivo de mis pulmones y empecé a elaborar mi “discurso”.
- ¡Marcos!
- ¿Sí?
- No sé cómo decírtelo- inhalé aire rápidamente- . Quería preguntarte algo, yo…
- ¡Qué pasa Michelle, suéltalo ya!
- ¿Qué somos? Quiero saber si somos amantes, amigos con derecho a roce, novios… o a saber el qué con los tiempos que corren.
- Lo que tú quieras que seamos- contestó con una enorme sonrisa, como si estuviese esperando ese momento con anhelo.
- ¿Pero qué quieres tú que seamos?
- Me encantaría estar contigo durante toda la eternidad.
Incliné mi cabeza, conectando su mirada con la mía. Notaba de nuevo el brillo en sus ojos, creyendo que le hacía dichoso. Eso me alegraba interiormente. Me agarró por los pómulos y me besó dulce y delicadamente. Cerré mis ojos al contacto para sentir profundamente aquel beso. Era como sellar el cambio de nuestra relación. No solo éramos Jefe y empleada, ahora éramos novios. Me alegré sin previo aviso, solté una sonrisilla de tonta enamorada y me ruboricé.
Le abracé fuerte y le besé como si la vida dependiera de ello.
- Te Quiero- solté sin pensar.
- Te amo.
Nos miramos a los ojos y nos sonreímos, siendo cómplices de aquella confesión.

5 comentarios:

  1. me encanta el capitulo
    jo kiero el sigiente ya ok? jjeje
    esk me gusta muxo la historia jo
    y kiero saber ya k pasa aora k son novios y eso jeje
    es perfecto el capitulo
    segir asi
    os kiero :)

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  2. yo tb toy mosca con q le ha dixo el , la palabra nunca lo olvides m parece extrañooo, algooo tramaa ns yoo q pensar, pero vams q gustar ma gusta jajjaa xDD bestos os kero nenas xD

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  3. :O un capitulo perfecto me flipa espero el siguiente ansiosa eh!^^
    besitos!!:)

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  4. Weeeeno, si me falta comentaros!! Que cabeza la mia!!!!! xDDDDDDD me alegro de veras que os guste eh¿? el siguiente le toka a cristina, asik..... a decirselo a ella, jajajaja!!!! Os quierooooo!!!!! Besos

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  5. No me gusta este muchacho. Tanto amor, tanto amor. Esta claro que es un obseso.

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