Todo empieza por una venganza... Un nuevo trabajo, una nueva vida cimentada en la noche, un nuevo objetivo, la otra cara de su persona... Dinero, alcohol, drogas, sexo, hombres, stripper. Un mundo en el que nuestra protagonista estará metida solo y únicamente por una razón: Vengarse y encontrar la felicidad.















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sábado, 27 de noviembre de 2010

"Vida Sin Luz" Capítulo 14 : Segunda Parte

Nos sentamos a la mesa después de colocar los platos y cubiertos. Había traído una ensalada mixta para los dos y un cuenco grande de pasta. Macarrones gratinados con Bacon y chorizo. Estaba riquísimo. Acompañamos con un vino tinto que Marcos compró de camino a mi casa. Antes de comenzar a comer, colocó un par de velas entre los dos. Siempre tenía que poner el toque romántico a las cosas.
Lo que pasó antes en el dormitorio me pilló de sorpresa, pero no por eso menos contenta. Marcos era un cielo y me sentía muy querida por él. Su sonrisa hace que me sienta segura, sus ojos me salvan solo con mirarle y sus manos me esconden de todo mal.
Pasamos la comida entre risas y miradas furtivas. Parecíamos dos adolescentes que no podíamos expresar nuestro amor libremente. Solo sonreíamos y hablábamos de cosas triviales.
Al terminar, me ayudó a fregar los platos. Sin duda era el hombre perfecto, lo que hizo darme cuenta, que no hay nada perfecto y que siempre termina con desgracia. No quise ponerme mal, pues luego a la tarde había quedado con Soraya. A ella le tendré que contar todo, no me queda otro remedio. Me conoce bastante bien y se dará cuenta que algo me sucede.
Sin querer pensar más en lo malo, deseché mis malos pensamientos y decidí pasar el tiempo que fuese necesario al lado de Marcos; vivir al límite cada segundo hasta que el destino o la vida, decida separarnos.
Estaba tan concentrada en mis pensamientos, que ni me di cuenta de que Marcos estaba mirándome serio, con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Con el delantal amarillo y blanco de pollitos estaba muy gracioso. Desvié la mirada hacia él.
-          ¿Qué?- dije extrañada.
-          ¡Eso digo yo!- habló sin mover un ápice de su cuerpo.
Me entró la risa tonta de repente. Ver cómo le quedaba el delantal, era demasiado gracioso en este momento, lo que no imponía mucha autoridad ni respeto.
-          ¿De qué te ríes?
-          Si quieres imponer algo, te aconsejo que te quites el delantal- contesté entre risas.
-          Ya- dijo serio. Se quitó el delantal y lo puso encima de la encimera- . ¿Mejor?- añadió con los brazos extendidos y con la misma expresión seria.
-          Sí- contesté intentando aminorar las risas- . ¿Qué te sucede?- añadí más calmada.
-          Más bien que te sucede a ti. Llevas todo el proceso de fregar los platos mirando a las musarañas.
-          Lo siento, ¿me estabas hablando y no te escuche?- pregunté con arrepentimiento.
-          No, pero se te veía mal con lo que pensabas- respondió ahora con semblante preocupado. Se acercó a mí y me acarició las mejillas con suavidad- . ¿Estás bien?
-          Si, tranquilo. Pensaba en el mensaje, pero ya está olvidado.
-          Sabes que me tienes aquí, asique no debes temer nada.
-          Lo sé.
-          Ahora tengo que marcharme a trabajar. Tú aprovecha el día libre que te he dado para despejarte un poco, ¿de acuerdo?
-          Está bien. Te quiero.
-          Yo también te quiero- se despidió con un beso suave y tierno en los labios y se marchó.
Yo recogí el delantal y sonreí al mirarlo; ya que me vino de nuevo la imagen de Marcos con él puesto.
Coloqué todo lo que quedaba de la cocina y me fui al dormitorio a preparar la ropa para la tarde. Observé la hora en el despertador de mi cama. Me asusté cuando vi que quedaban diez minutos para las cinco de la tarde. Se me había pasado el tiempo volando y sin darme cuenta. Me di una ducha rápida y me sequé a los veinte minutos. Ya eran las cinco y diez, y yo sin saber qué ponerme. Abrí el armario y cogí lo primero que vi. Unas mallas negras y una camisa de cuadros gris. Fui al cajón de los cinturones y recogí uno ancho de color negro con una gran hebilla plateada. Me vestí lo más rápido que pude. Me coloqué un collar de perlas negras y grises, un anillo de una piedra brillante negra y pulseras; combinándolas con los dos colores. Volví a mirar el reloj y quedaba media hora para las seis. Cogí unos botines de tacón medio y ancho de color gris. Los tenía iguales en color negro, pero creí que me combinaba mejor el gris, para destacar con las mallas. Me sequé el pelo con el secador para que pareciese despeinado y ondulado. Me maquillé suave. Un poco de brillo de labios y sombra de ojos para destacar mis ojos verdes. Me apliqué perfume en las muñecas y detrás de las orejas. Al instante de dejar el frasco de colonia en el baño, sonó el timbre de mi puerta. Miré mi reloj y eran las seis en punto. Justo a tiempo. Recogí mi bolso y abrí la puerta.
-          Hola guapa- dijo Soraya sonriendo nada más abrirse la puerta.
-          Hola mi niña, pasa, no te quedes ahí fuera.
-          Gracias- contestó mientras me daba un fuerte abrazo.
-          Mira ver, que me ahogas- contesté riendo.
-          ¡Qué exagerada eres! Bueno, ¿nos vamos?
-          Claro. Tenemos que pasar por mi trabajo un momento antes de ir a tomar algo.
-          ¿Y eso? Aunque por mí está bien- sonrió.
-          Tengo que llevarle las llaves de mi casa a Marcos.
-          ¿Ya vivís juntos? ¡Qué calladito te lo tenías!- respondió burlesca.
-          No. Ya te contaré cuando estemos tomando algo. Es porque se va a quedar esta noche a dormir conmigo.
-          Huy, huy, huy…- Soraya intentó picar como niña de cinco años- . ¿Haréis cosas de mayores?- rió.
-          Eso no es de tu incumbencia- reí también- , pero ya te contaré en cuanto lleguemos al bar.
-          Está bien. Pues vámonos ya.
Pusimos rumbo al hotel. En media hora, llegamos a nuestro destino. Saludé a la recepcionista que me sustituía ese día y subí por las escaleras directamente. El despacho de Marcos estaba en la segunda planta y me apetecía hacer un poco de ejercicio. Soraya me esperó en los sofás de la entrada. La recepcionista me preguntó que tal me encontraba, nada más pasar por su lado. Le dije que no muy bien, pero que venía a por unas cosas. Llegué al despacho. Se encontraba al final del pasillo. Última puerta a la izquierda. Toqué con los nudillos.
-          ¡Adelante!- se escuchó al otro lado de la puerta.
-          ¿Se puede?- pregunté asomando la cabeza por si acaso estaba reunido.
-          ¡MICHELLE!- exclamó sorprendido y preocupado- , ¿estás bien, ha sucedido algo?
-          No tranquilo, solo venía a dejarte las llaves de mi casa para que, cuando salgas, no tengas que esperarme en la calle.
-          ¡Oh, gracias!- me besó en los labios tiernamente- , ¿has venido sola?- añadió con preocupación mientras me tenía agarrada por la cintura.
-          No, he venido con Soraya. Ahora iremos a un bar de por aquí cerca a tomar algo. Si sucediese algo, vendría corriendo hacia aquí.
-          Me parece bien. Ten cuidado mi niña- me volvió a besar en los labios.
-          Lo tendré. Te quiero.
-          Y yo a ti, cariño.
Salí del despacho y me dirigí hacia las escaleras. Al girar en la primera esquina del descansillo que unía la segunda con la primera planta, subía un chico a gran velocidad; que consiguió que chocáramos. Me dio un gran golpe en el hombro izquierdo. Intenté verle la cara y replicarle algo, pero la cabeza la tenía agachada y subió corriendo. No sé por qué, pero me sonaba de algo y tenía la intuición de que ocurriría algo malo. A lo mejor eran paranoias mías, asique lo dejé pasar.
Terminé de bajar las escaleras y le indiqué a Soraya con la cabeza que podíamos irnos. Paramos en un bar que estaba a dos calles del hotel. Nos sentamos y pedimos un café. En cuanto dejé las cosas y nos acomodamos para charlar, mi móvil sonó. Lo saqué del bolso y vi que era un mensaje:
“Te estoy vigilando muy de cerca, putita. Por muchos guardaespaldas que tengas, te alcanzaré”.

5 comentarios:

  1. me lo lei anoxe pero no me dejaba comentar asik xicas ai estoy hoy para comentaros sobre la primera parte y la segunda jejeje me encanta enserio kiero ver el sigiente ya pork ademas me aveis dejado la intriga pero creo k va a ser su ex o una ex de marcos :S pork lo del xico encapuchado miedo me da :S aver k pasa aora despues de este mensajito madre mia k intriga jajaja
    besos os kiero seguir asi :)

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  2. looo leii y m encantoo, deseandoo leer el siguientttt y saber kien es la guarra esa q le manda esooo msjsss, besitos nenas os keroo, me ha encantad Beitaa xDD

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  3. :O me mola me mola!! esta mazo de interesante asike el siguiente prontito!!^^
    un besito!^^

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  4. bueno acabo de descubrir este blog y me encanta no te e dejado comentarios antes por que estaba demasiado impaciente en saver que hiva a pasar despues y no podia pararme a comentar aun asi me han encantado todos y cada uno de los capitulos ya teneis otra seguidora mas besos suerte

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  5. ME acabo de leer toda la historia y sinceramente es FASCINANTE! Es preciosa pero claro he visto que desde Noviembre no suis nada y yo asi no me puedo quedar, enserio quiero leer el siguiente capitulo porfiiis!
    :)
    Un saludo :D

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