Todo empieza por una venganza... Un nuevo trabajo, una nueva vida cimentada en la noche, un nuevo objetivo, la otra cara de su persona... Dinero, alcohol, drogas, sexo, hombres, stripper. Un mundo en el que nuestra protagonista estará metida solo y únicamente por una razón: Vengarse y encontrar la felicidad.















Muy Recomendada

domingo, 15 de agosto de 2010

"Vida Sin Luz" Capitulo 1 : Segunda parte


Terminé de elegir conjunto, pantalones vaqueros pitillo y camiseta de tirantes verde, sin faltar la chaquetita blanca de algodón para por las mañanas, pues aun era Marzo y hacía un poco de frio. No valía la pena hacer mucho hincapié en el conjunto pues en el trabajo necesitaba uniforme del hotel. Le cogí del armario también y le eché a la bolsa. Camiseta de cuello blanca con el logotipo del hotel y el nombre, y falda por debajo de la rodilla verde oscura. Con tacones negros anchos que tenias que aguantar durante ocho horas, desde las ocho de la mañana, hasta las cuatro de la tarde que terminaba mi turno. Inaguantable lo sé, pero ya me había acostumbrado, aunque de camino al trabajo siempre solía llevar sandalias con algo de cuña pero que eran mas cómodas que los dichosos tacones del uniforme. Me peiné sin dejar que mi pelo se secara del todo, deje mi melena libre, sin recogidos, para que se pudiera secar con el viento hasta que llegara al trabajo. Me maquillé de forma natural y sencilla. Sobre todo resaltaba mis ojos, me encantaba aunque a veces también enrojecía mis labios. Pero esta vez solo hice hincapié en los ojos, me di un poco de colorete y solo un brillo de labios, para hacerlos más atractivos.  Me apresuré a hacer la cama en tres minutos y medio. Como ya he dicho lo tenía todo cronometrado, a no ser que me entretuviese con algo. Elegí mi bolso grande donde llevaba todo lo que una mujer lleva para todo el día. Los típicos bolsos que los llenas hasta arriba con miles de cosas que a veces son innecesarias y acabas dislocándote el hombro por tanto peso, pues si, de esos. Sin contar que además tenía que llevar la bolsa del uniforme en la mano.
“Ais pero que vida más desgraciada”- pensé para mis adentros.
Las siete y media, no me daba ni tiempo a desayunar, así estaba, que adelgazaba por momentos porque no paraba ni para tomar algo. Cogí el bolso, eché el móvil, las llaves de la taquilla del hotel y las llaves de casa.cogí también la bolsa donde llevaba el uniforme y los tacones. Me pasé por la cocina, di un trago de leche y me cogi una galleta para el camino. Cerré la puerta con llave y salí decidida de casa, para enfrentarme a una mañana rutinaria en el centro de Madrid.
Como todos los días la gente corría hacia la entrada de metro porque ya perdían el tren de cada mañana, o se apresuraban para coger el bus de las siete y media y no llegar tarde al trabajo. Otros preferían ir en coche y las calles de Madrid ya se colapsaban a esas horas. Era agobiante, pero ya me había acostumbrado. La entrada de metro no estaba muy lejos de mi casa, solo tenía que subir la calle y cruzar hacia la otra acera.
En esos momentos me acordé de Joseph, ahora mismo estaría camino al trabajo. Trabajaba en un banco, Caja Madrid, si mal no recuerdo. Él si que era rico y no como yo que iba sustentándome como podía, pero de vez en cuando me ofrecía ayuda económica.
Llegué a la boca del metro y me sumergí entre aquellos oscuros pasillos y el gritido de las gentes.
Pipi, pipi. Un mensaje en mi móvil. Pero ahora no tenía tiempo si quiera de sacarlo, el tren estaba esperando ya a punto de salir. Pique el billete lo más deprisa que pude y bajé las escaleras mecánicas haciéndome paso entre la gente.
Pipipipipipi… el sonido de cierre de las puertas del tren daba su señal que saldría en unos segundos, bajé el  último escalón y en dos zancadas me metí en el tren. Justo después las puertas cerraron.
“Uff por los pelos”- pensé y suspiré.
Ni si quiera había sitio para sentarse. Suspiré cansada, como siempre. Pero un chico joven me vio y se quedó deslumbrado por mi belleza. Lo sé porque no dejaba de mirarme y lo primero que hizo fue ofrecerme el sitio. Le dí las gracias sin ni siquiera fijarme mucho en él. Saqué el móvil de mi bolso y me decidí a leer el mensaje que había recibido hace unos minutos.
Era de Joseph. Como cada mañana me daba los buenos días.
“Buenos días cariño. ¿Cómo está mi princesita hoy? Paso a recogerte a la entrada del hotel cuando salgas. Tengo ganas de ti cielo. Y necesito hablar contigo, es importante. Un beso te quiero.”
Encantador como siempre, pero… ¿qué era eso tan importante que tenía que decirme? No me daba buena espina, cuando un hombre pronuncia esas tres palabras “tenemos que hablar”, algo va mal, muy mal…

3 comentarios:

  1. wooooow!!!! ya sabes k m encanta!!! jajajaja!!! ahora tengo yo la responsabilidad!!! no creo k m salga tan bien como a ti!!!^^

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  2. buenooo menos pikes entre las dos, jajajja, m encantaa Cris, estaaa geniallll xDD, deseandooo leer el tuyoo Beaaa xDD.

    pd; sois geniales las dosss, jejej besitos deseandoo ver q kiere Joseh, a ver q es eso tan importante qq kiere decirleee, seguro q ella piensa q la kiere dejar? jeje besitoss os kierooo

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  3. k ganas de saber k le pasa a joseb :S
    voy a averiguarlo al siguiente jejeje

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